¿CRISIS?

Empezamos ya con textos de otros blogs que no son el nuestro y que no están escritos por nosotros pero que, sin duda, son merecedores de estar dentro de este huequecito cibernéutico. De momento, empezamos con algo muy interesante que podéis encontrar aquí: Educador Social en Alaska:

Nunca me han gustado los que utilizan continuamente la primera persona del plural. Ese nosotros que te dan ganas de decir: "habla por ti, chaval". Tenía una amiga que siempre decía que todos estábamos en crisis, y no se daba cuenta de que la única que estaba en crisis era ella. Por eso no soy amigo de las extrapolaciones, a no ser que las estadísticas o los hechos las acompañen.

En este caso, en el de la crisis económica, los datos avalan mis percepciones. Apabullan las cifras de paro, de cierres de empresas o las cifras de Cáritas.

La gente a la que la crisis no le afecta directamente, habla de ella con espanto. Pero lo cuentan como si fuera algo que le está pasando a un primo muy lejano. Por eso, después de los comentarios, la vida sigue (eso sí, sigue tocando madera, por si acaso).

Pero, para los que trabajamos en esto, la crisis es cada vez más omnipresente. Arrambla con todo: con vidas, con familias y con proyectos. En los últimos meses he visto situaciones que ponen los pelos de punta. Familias desesperadas por no llegar a fin de mes, padres que vuelven a vivir con sus padres y personas que buscan en los containers los desechos de los supermercados. Nunca antes tanta gente me había dicho en una entrevista si lo que tienen que hacer para comer es robar. Nunca había hablado con gente tan nerviosa, tan agresiva, ante la falta de ayudas. Nunca había visto tantos hombres derrotados después de patearse todo un polígono industrial y dejar su currículum.

Mis padres me habían contado una época en blanco y negro, una época de realquilados que parecía una pesadilla. No es comparable con ese tiempo del hambre, por fortuna, pero hoy vuelven a haber familias enteras metidas en habitaciones.

Creo que nunca había visto tanta gente pobre como ahora.

Espera, espera, espera. No me gustan los catastrofismos. Los servicios sociales sólo se ocupan de las personas en un momento de sus vidas. Esos momentos suelen ser, muchas veces, los peores. Después de una dura jornada de entrevistas, después de ver a diez familias sin un euro en los bolsillos, uno confunde la parte con el todo. Hay que salir, ver también las plazas llenas, la gente comprando y cenando en los restaurantes, como un día cualquiera de un año cualquiera. No para relativizar, ni para minimizar, ni nada. No, no. Sólo para no volverse loco y saber que, de momento, la sociedad sigue funcionando.

Creo que muchos ayuntamientos no están reaccionando con celeridad a este periodo de recesión. Es un problema de Estado, claro, pero un ayuntamiento también es Estado. El más cercano a los ciudadanos. Conozco pocos planes anticrisis audaces. Al contrario, algunos hablan de recortes en los presupuestos de servicios sociales. En estos momentos, esto es inaceptable. Hace falta más presupuesto para ayudar a las familias, y hacen falta más profesionales para atenderlas.
5 Responses
  1. Anónimo Says:

    Que pereza me dais...


  2. Anónimo Says:

    Excelente entrada. Ya conocía el blog del e. en alaska y me gusta mucho
    Felicidades a vosotros/as también


  3. M. Mariño Says:

    Enhorabuena por el blog, chicos. Está muy cuidado, tanto a nivel estético como en la redacción de las entradas, de calidad en el fondo y la forma. Ánimo y mucha suerte con todo. Un abrazo.


  4. Anónimo Says:

    El/ella quién dijo pereza y tú te has preguntado lo qué eres....


  5. Anónimo Says:

    Ánimo seguid así, se necesita mucha gente comprometida socialmente,
    Gracias.