EL APAGÓN.
Para ir renovando y ya que empezamos mes, toca dejaros por aquí un texto del “Blog de Mateo”, de la serie “MIR” con el que pretendemos que reflexionéis y nos contéis qué os parece, que consigáis cambiaios de lugar y poneros en la piel de la gente con la que trabajáis o vais a trabajar, y no en la piel del Educador que va a descubrirle un “mundo nuevo”. Esperamos que os guste o que al menos resulte "interesante":
1.- El apagón:
Qué difícil es entender a las personas, saber qué les pasa por dentro y por qué llegan a hacer ciertas cosas. Puede que detrás de una sonrisa y de una pose de alegría haya una tormenta, y tú no tengas ni idea. Detrás de la cara más seria puede haber un brillo de amor y tampoco te das cuenta.
Supongo que tendremos que aprender a mirar detrás de la mascara. Es difícil entender a la gente, todos somos muy raros.
(…)
Está en nuestra mano dar un paso al frente y defender lo que nos da la vida, pero también está en nuestra mano rechazarlo...
¿Habrá educadores que pretendan que lo que hablamos a alguien a quien supuestamente vamos a educar sea la ley divina que ese alguien siga a ciegas? ¿Que impongan en vez de informar o fomentar el diálogo? ¿Que vivan para cambiar personas y no trabajen para intentar entenderlas sin prejuzgarlas…? Es obvio que las hay pero, ¿qué hace que un educador defienda esos absurdos valores? ¿Y cómo podemos trabajar con ellos codo con codo...?
1.- El apagón:
Qué difícil es entender a las personas, saber qué les pasa por dentro y por qué llegan a hacer ciertas cosas. Puede que detrás de una sonrisa y de una pose de alegría haya una tormenta, y tú no tengas ni idea. Detrás de la cara más seria puede haber un brillo de amor y tampoco te das cuenta.
Supongo que tendremos que aprender a mirar detrás de la mascara. Es difícil entender a la gente, todos somos muy raros.
(…)
Está en nuestra mano dar un paso al frente y defender lo que nos da la vida, pero también está en nuestra mano rechazarlo...
¿Habrá educadores que pretendan que lo que hablamos a alguien a quien supuestamente vamos a educar sea la ley divina que ese alguien siga a ciegas? ¿Que impongan en vez de informar o fomentar el diálogo? ¿Que vivan para cambiar personas y no trabajen para intentar entenderlas sin prejuzgarlas…? Es obvio que las hay pero, ¿qué hace que un educador defienda esos absurdos valores? ¿Y cómo podemos trabajar con ellos codo con codo...?
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