FALTA DE ADAPTACIÓN.

Esta mañana, mientras volvía a casa con la maleta a cuestas, me ha dado por pensar en lo bien adaptadas que están las aceras en todas las ciudades (nótese la ironía).

Es complicado ir cargado con un carrito de la compra, mochila de ruedas, maleta o cualquier cosa que pese y debas arrastrar. Bordillos demasiado altos, muy pocas rampas, pasos de peatones demasiado distantes, coches aparcados en mitad, escalones, baldosas levantadas o rotas.... Mil quinientas cosas que hacen que llegues a casa cabreada y te preguntes: ¿cómo será vivir una vida entera en una silla de ruedas, cuando nada se adapta a tus necesidades?

En mi instituto había que subir escaleras para acceder al interior, unos cuarenta escalones más para llegar a los distinos pabellones y, dentro de los pabellones, había aún más escaleras si tu clase estaba en la planta de arriba. De hecho, el laboratorio y el aula de dibujo estaban en la parte de arriba de una escalera de caracol por la que no era precisamente sencillo subir.

Servicios sin adaptar, o supuestamente adaptados cuando realmente son pequeños e incompletos. Sitios reservados en los autobuses que casi siempre ocupamos quienes no los necesitamos. Objetos necesarios para la vida diaria que no están al alcance...

Este verano en París vi un ascensor en el cual entraban una persona y una maleta. O tres personas poco menos que de canto. ¿Y si va una persona discapacitada, cómo se supone que ha de subir a las habitaciones? Además los pasillos eran estrechos y enrevesados, columnas, esquinas redondas que se hacían aún más estrechas en el fondo... ¿por qué no están todos adaptados? ¿Por qué quien tenga una discapacidad física tiene que buscar hoteles específicos, seguramente mucho más caros? No es justo que no puedan ir donde les dé la gana, pero tampoco es justo que se gasten millones y millones de euros en el PLAN E para hacer cosas innecesarias y no se planteen adecuar las aceras y los pasos de peatones, por ejemplo.

Luego nos permitimos hablar de normalidad y arremeter contra lo diferente pero, ¿puede una persona con discapacidad adaptarse a la sociedad normalizada si lo normal es que sólo tengan una buena calidad de vida las personas no dependientes? ¿Por qué no jugamos a tratar de integrar a las personas y adaptarnos a sus necesidades específicas en lugar de hablar de lo que es normal y lo que no? ¿No sale rentable adecuar las calles, las ciudades, los sitios públicos... y por eso queda tanto por hacer? Yo me inclino hacia esa idea: en lo que no da dinero, no se debe invertir. Aunque de ello dependa el bienestar de un montón de personas...
2 Responses
  1. Noemy Says:

    Estimado Blogger,

    Soy Noemy García y creo que la temática de tu blog es perfecta para una campaña que estoy llevando sobre educación superior. Tu cometido sería publicar un post a cambio de una gratificación económica. Si estás interesado, por favor, ponte en contacto conmigo.

    Recibe un saludo,

    Noemy García


  2. Hola Noemy,
    de qué iría el post que tendríamos que publicar? Especifica un poco más o dirígete a nuestro correo (blog_educadores@hotmail.com).

    Un saludo!