XXY.

Una película con la que trabajar la intersexualidad y de paso, darle un repaso a la diversidad sexual.

Dirección: Lucía Puenzo.
Países: Argentina, España y Francia.
Año: 2007.
Duración: 91 min.
Género: Drama.
Interpretación: Ricardo Darín (Kraken), Inés Efron (Alex), Martín Piroyanski (Álvaro), Germán Palacios (Ramiro), Valeria Bertuccelli (Suli), Carolina Peleretti (Erika), Luciano Nobile (Vando), César Troncoso (Washington), Jean Pierre Reguerraz (Esteban), Ailín Salas (Roberta), Lucas Escariz (Saúl).
Guión: Lucía Puenzo; basado en un cuento de Sergio Bizzio.
Producción: Luis Puenzo y José María Morales.
Música: Andrés Goldstein y Daniel Tarrab.
Fotografía: Natasha Braier.
Montaje: Alex Zito y Hugo Primero.
Dirección artística: Roberto Samuelle.
Vestuario: Manuel Morales y Luisina Troncoso.

Álex es una adolescente de 15 años que esconde un secreto. Poco tiempo después de su nacimiento sus padres decidieron instalarse en una cabaña aislada en las afueras de Piriápolis. La historia comienza con la llegada de una pareja de amigos que vienen desde Buenos Aires con su hijo adolescente Álvaro.

El padre de Álvaro es un cirujano plástico que aceptó la invitación por su interés médico en la hija de sus amigos. La inevitable atracción entre sus hijos hace que todos se enfrenten a lo que más temían.

En el pueblo, Alex es observada como si fuera un fenómeno. La fascinación que produce puede ser peligrosa.

- Aunque mucha gente lo desconozca existe un elevado número de bebés que nacen con lo que se denomina ambigüedad genital. XXY cuenta el momento brutal y transformador en el que una adolescente se encuentra con su identidad.

"Nada es peor que tenerle miedo a tu propio cuerpo", dijo un chico que alguna vez fue normalizado. Creció con las marcas de las cirugías en el cuerpo. En esa castración el miedo a la ambigüedad genital se convierte en metáfora de las amputaciones que genera el miedo a lo diferente.



¿QUÉ ES LA INTERSEXUALIDAD?

Las personas intersexuales son aquellas que nacen con alguna clase de ambigüedad genital relacionada con una discordancia entre algunos factores como el sexo cromosómico (XX o XY) fenotípico (genitales), gonadal (ovarios o testículos) u hormonal (estrógenos o andrógenos).

Puede tratarse de que la apariencia de los genitales no responde al estándar de lo que se considera "normal", es decir, no representa claramente ni los genitales femeninos ni los masculinos.

Algunas personas nacen con lo que los doctores llaman "genitales ambiguos": pueden tener un clítoris largo, o un pene pequeño, o un órgano que no es claramente ni un pene ni un clítoris, así como hay mujeres con testículos internos y hombres con ovarios internos.

DIFERENCIA INTERSEXUALIDAD Y HERMAFRODITISMO: Aunque es más común escuchar el término hermafrodita que intersexual, la realidad es que son más frecuentes los segundos. La diferencia estriba en que en el hermafroditismo, la persona nace con genitales externos de ambos sexos (pene y vagina), mientras que en la intersexualidad sólo hay “vestigios” o partes de los dos órganos.

Síndrome de XXY o síndrome de Klinefelter.

Desgraciadamente, este síndrome ha sido siempre conocido como “cromosoma del crimen”. Es típico que en los juicios se utilice el pretexto de ser XXY para quedar libre de condena o para que ésta sea rebajada. Por ello, este síndrome arrastra tras de sí muchos prejuicios y se tiende a pensar (falsamente) que todos los que lo poseen sufren tendencias psicópatas y violentas.

En las personas intersexuales se incrementa la probabilidad de contraer alguna enfermedad, como por ejemplo diabetes, cáncer de seno, cáncer pulmonar, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares, osteoporosis…

Su cociente intelectual es igual que el del resto pero aprenden a hablar después que lo hacen otros niños, y puede ser desafiante que aprendan a leer y escribir. Eventualmente, las personas con KS aprenden a hablar normalmente pero continúan teniendo dificultad con el lenguaje a lo largo de su vida.

Además sufren infertilidad. Para tener hijos, los hombres con este síndrome generalmente deben someterse a un tratamiento de fertilidad. En estos tratamientos, el énfasis está en obtener espermas que el hombre tenga para utilizarlos en procedimientos de reproducción asistida.

En los años 50, los doctores consideraban esta clase de diferencia sexual como algo intolerablemente monstruoso. Con el fin de salvar a la persona intersexualidad de su destino, se debía usar todos los medios posibles para ocultar la intersexualidad. Las herramientas que los doctores escogieron eran: dar información falsa, usar el secretismo y las cirugías médicamente innecesarias.

No está probada la urgencia ni la necesidad de dichos tratamientos, ya que no hay estudios empíricos que demuestren que aquellos/as que fueron intervenidos/as están en mejores condiciones psicológicas, físicas y sexuales que quienes no lo fueron, mientras que sí existen movimientos internacionales de intersexuales que fueron operados/as numerosas veces y que manifiestan su disconformidad (sensaciones de haber sido abusados/as sexualmente).

Lo cierto es que la persona intersexual determina su propia identidad de género como cualquier persona, no basándose sólo en aspectos físicos como los órganos que haya desarrollado en mayor proporción. Es decir, que aunque tengan genitales masculinos pueden sentirse mujeres y viceversa.

Además del problema de la aceptación social, la condición de intersexual se encuentra con un obstáculo burocrático a la hora de censarse, ya que como sabemos sólo existen las opciones "hombre" o "mujer" en el apartado de "sexo".

Sin embargo, muchas veces los padres, a veces antes de que cumplan dos años, deciden que su hijo se someta a lo que llaman una "operación de normalización".

Toman la decisión "aconsejados por los médicos y creyendo que es lo mejor". En muchas ocasiones, cuando sus hijos crecieron, entendieron "que tal vez hubiera existido otro camino. Es muy compleja la situación, en muchos casos no hay mala fe, simplemente un padre confía en el médico.

Generalmente los doctores, si tiene ovarios y útero, lo consideran una niña (incluso si tiene genitales masculinos). Miden lo que hay entre las piernas del bebé y transforman al 90% de los bebés con genitales ambiguos en niñas "porque es más fácil".

Con el fin de prevenir que esa vagina quirúrgicamente construida se cierre al cicatrizar, los médicos (o los padres) realizarán "dilatación vaginal". Esto consiste en utilizar una serie de tubos de diferentes grosores para simular una penetración sexual.

El nuevo modelo médico se centra en el paciente y requiere apoyo psicológico para los padres y las madres de niños intersexuales. Los niños nacidos con sexo ambiguo deben ser considerados y criados como niños o niñas, basándose en la experiencia de cómo han crecido y desarrollado otras personas intersexuales.

Los padres deben conocer a otros padres y a adultos intersexuales y los doctores deben ser sinceros y compartir con los padres (y posteriormente con el niño intersexual, cuando esté en una edad de comprender la información), lo que saben (y lo que no saben) sobre el desarrollo de la identidad de género y la orientación sexual. Se debe reconocer como normal y natural el dolor de los padres por tener un niño que es diferente y que sin duda enfrentará numerosas dificultades sociales, en lugar de tratar de evadir la situación usando promesas de soluciones quirúrgicas rápidas.

XXY, la película.

Criminología.
Síndrome de Klinefelter.
Grupo de ayuda mutua.
Para saber más.

1 Response
  1. Unknown Says:

    no conocía este tema, muy interesante el artículo!